Matar a un ruiseñor, de Lee Harper
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Título original: To kill a Mockingbird
Sinopsis:
Atticus Finch es un abogado viudo y padre de dos hijos. Jeremy (conocido como Jem) a punto de cumplir diez años cuando empieza la novela y Jean Luis (conocida como Scout) con seis años. Un hombre de principios morales muy arraigados que intenta educar a sus hijos, que no lo llaman por su nombre sino por el de Atticus, un modelo de conducta intachable.
Esa misma rectitud de principios le lleva a defender a un negro acusado de la violación de una joven blanca, aún a sabiendas de que eso va a llevarle a un enfrentamiento con el resto del pueblo, que no puede entender cómo un blanco puede defender a un negro frente a otro blanco, incapaz de comprender cómo puede creer la palabra de un hombre de color.
Todo ello en Maycomb, un pequeño y aburrido pueblo del interior del Sur de Estados Unidos en el año 1932, todavía con la penuria que la gran depresión del 29 trajo al país. Una penuria que lleva a muchos de los clientes de Atticus a pagarle con género, pues no tienen dinero.
Cita favorita:
«Tienen derecho a creerlo, ciertamente, y tienen derecho a que se respeten en absoluto sus opiniones, pero antes de poder vivir con otras personas tengo que vivir conmigo mismo. La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno.»
